La película está enfocada
en el mundo de la moda, pero principalmente en una gran revista al estilo de Harper's Bazaar o Vogue, que actualmente está teniendo problemas creativos. La
editora Maggie Prescott, que es como una Anna Wintour, quiere
darle un giro fresco a la revista, pero no sabe cómo. Después de unas cuantas
canciones y bailes la idea al fin llega: modelos inteligentes, que les
interese leer, aprender y tener cultura. Esto lo realiza con el fotógrafo de
moda Dick Avery (interpretado por el emblemático Fred Astaire), que sólo sufre porque las modelos son todo lo opuesto a lo que
la editora quiere. Esta película estereotipa a las modelos y prácticamente se
burla de la industria de la moda, pero de una manera elegante y divertida. Dudo
que Ana Wintour se haya ofendido.
Mi escena favorita
Después de tantos problemas
en las sesiones de fotos, a la editora se le ocurre que necesitan trabajar en
un espacio más inspirador: una librería. Ahí es cuando entra la hermosa Audrey,
ya que es ella la encargada del lugar cuando el equipo de la revista invade y empieza a desordenar todos los libros. Jo Stockton (Hepburn) es
todo lo contrario a una modelo: no le interesa la moda (su ropa revela eso), es
inteligente, le fascina leer y aprender y no se alegra de conocer a la prestigiada editora y a su equipo.
Pero Avery nota algo que los demás no ven,
detrás de esos lentes hay una bella mujer con mucho potencial. Él le dice que
tiene una “funny face” (de ahí sale el título), una cara completamente
diferente a las demás, y eso se convierte en su insignia, como los
dientes de Ronaldo o el corsé de Madonna.
Si te gustan los musicales,
Audrey Hepburn y principalmente la moda, disfrutarás mucho ésta película. La
fotografía es preciosa, y el vestuario también, claro.
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